sábado, 15 de noviembre de 2014

Volátil

Ver que la vida que da vueltas no se está nunca quieta. Que nada es para siempre y lo que un día se queda... otro día se irá volando. Las cigüeñas van hacía el calor y las golondrinas a un lugar mejor. El agua de los charcos se evapora y las alegrías de ayer se han volatilizado. Han quedado suspendidas en el aire y arrastradas por el viento.

 Si me quedo con lo bueno aprenderé. Si me quedo con lo malo tendré rabia. Pero también aprenderé. No sirve de nada estar rabioso. El mundo es muy bonito para que te pierdas sus detalles mientras estás triste.

 Por más que cambie todo, por más que las cosas pasen ante mí y se fuguen, hay algo que nunca se irá. Mi ilusión. Siempre tendré esas ganas de volar y de mezclarme con el aire. Sigo siendo tan volátil como ayer.