lunes, 21 de agosto de 2023

En la noche

 Tengo un amor-odio con la noche,

es un tiempo de pensar,

pero tanto pensar te llena el vaso 

de empacho alcohólico. 

Tengo una piedra negra sobre el pecho 

que simboliza la fuerza

y unos nervios de irrigan el intestino 

que se asemejan a un circuito rally.

De repente toda la vida pasa por delante,

como si te estuvieras muriendo, 

pero no soy consciente de algo terminal.

Las circunstancias cambian 

en muy poco tiempo

y el tiempo me va dejando 

más saturada la cabeza de memorias.

Vomitamos intensidad en un suspiro, 

en forma de gas,

por todos los acelerones repentinos 

que da el corazón en tan sólo un segundo.

Puede que sea cierto que algo bueno 

esté por llegar

que no sea sólo la intuición 

que el poder de la mente me da.

Puede que desde este momento 

el pasar de los meses 

esté yendo a mejor 

y a mejor seguirá.

No puedo dormir

y tengo impaciencia por saberlo ya, 

antes de perder la consciencia 

en la anestesia del sueño.

Sólo se me ocurre escribir 

al futuro una carta,

para que cuando llegue lo lea,

para expulsar el fuego interno,

para hacer arte con los sentimientos. 

Se me cansa la mirada,

se me secan las lágrimas, 

se me nubla el camino 

que ando estando tumbada.

Pero no puedo dormir.

martes, 11 de julio de 2023

Vencejo

 El secreto para ser feliz 

no es ninguna fórmula mágica,

aunque la vida te enseñe a base

de arañazos penetrantes,

es la mejor profesora.


Más quisieramos tener un manual 

de supervivencia en los días de tormenta mental,

no todo es tan fácil como parece, 

pero sí que puedes moldear tú tu paisaje. 


Todo es percepción, relajación y respiración,

 una buena charla o una ilusión 

que te haga seguir caminando. 

¿Por qué seré tan distraída?


Si por eso fuera hay muchas cosas 

que me llaman la atención en esta vida, 

quizá es que mi cabeza va muy deprisa 

y hay muchos detalles que valoro como un regalo, 

que no sé cual empezar a abrir.


Entonces, vamos despacio, 

que no hay prisa. 

No importa lo que vaya a pasar mañana 

si no has disfrutado el hoy. 

Me acalora el mes de julio, 

pero tengo la textura de la suave brisa 

y las plumas de las gaviotas.


Vamos migrando

donde más nos conviene estar 

en cada momento, 

no puedo estar en todos los sitios bonitos a la vez, 

porque a día de hoy si viajo al hemisferio sur

tendré frío. 


No puedo dejar de pensar 

y en la tesitura de echar a dormir 

o ponerme a volar 

ha venido un amigo pajarero 

a decirme que los vencejos 

pueden echarse una siesta mientras vuelan.


Sigo soñando lo mismo año tras año 

y me pregunto si al menos 

algo de todo lo que no me acuerdo que he soñado por la noche 

tiene que ver con ello.


Tendrías que ponerte en la piel 

de una persona 

cuando la ves de mal humor de repente, 

te has equivocado de cable 

y no sabías que su bomba estaba a punto 

de explotar.


Los sentimientos se hacen pólvora 

si no salen a fuera, 

no me importa que llores 

y ver tu arcoiris de fuegos artificiales,  

porque es la mejor forma 

para sentirte bien ahora 

y yo te voy a respetar.


¿Por dónde empezamos entonces 

para deshacer el nudo marinero? 

Nunca es tarde tampoco 

para deshacerte de esa red enteramente y

ponerte a volar bien alto como un vencejo

sobre las olas en las que estuviste atrapado.

lunes, 22 de mayo de 2023

Lucha interna

Es la lucha interna 

de seguir en esa oscuridad 

o salir adelante.

Estoy cansada,

ya se me está apagando la luz,

siento cada hueso reposar

sobre los músculos de mi cuerpo.

Un silencio rodea mi cama,

como si estuviera en el más inhóspito 

rincón del campo planetario.

Las blandas almohadillas del gato, 

desatan el susto con el ronroneo, 

porque no le he visto llegar. 

También él descansa sobre mi cuerpo, 

como cada pensamiento agradable 

que  deseo estampar en mi piel. 

Atrapada en la inmensidad del espacio,

a través de la oscuridad de la noche, 

mañana será otro día,  

pero hoy pienso demasiado.

Si te digo la verdad 

me va pesando el alma,

porque no he descargado las piedras

de la ansiedad.

Debe ser esto el comienzo

de una nueva visualización 

y forma de entender

que la vida es el ahora, 

no las preocupaciones.

Puede ser que ahora me mires y comprendas

lo que yo sola no he podido ver

todos estos años.

He adquirido la paz del significado 

de mi existencia,

apartando las cortinas de la polvareda 

de este corazón cicatrizado.

Intento aprender con el tiempo,

pero lo que el tiempo no sabe

es todo lo que tengo gracias a él, 

como si fuera magia. 

Descansemos hoy de esta vida

tan injusta.

domingo, 12 de junio de 2022

Velas de sangre

 Tengo ansiedad, nadie lo ve, parezco tranquila, pero estoy bloqueada. Los demonios de mi interior tiran de mi intestino y de mi corazón, me estrujan la tráquea, me dejan sin aliento.

 Tengo un problema, no se ha ido. El parásito que corrompe mi alma aun le quedan fuerzas. No debe vencer, dame la pócima para matarlo. La sangre que corre por mis vasos sanguíneos, la electricidad de mis nervios, exceden la velocidad máxima de circulación. 

 El mundo va muy deprisa. En la carrera del tiempo la ilusión se me escapa de las manos. Al querer alcanzarla me agoto y no se si llegaré en el momento adecuado.

 Mi reloj está en pausa, se ha roto, mi mente está en otra dimensión, las gotas de mi sudor se evaporan y se van en un viaje astral. 

 Todo por lo que he llorado se burla de mí. Es la hora de demostrarle a mi ser lo que verdaderamente importa, es la hora de ahogar esas risas malignas en la lava del infierno.

 Este fuego que hay en mí hará cumplir un deseo, 

en la llama de la vela,

se consume la esperanza...

 El acto de guerra y lucha 

es lo que viene justo ahora.

 El goteo de la cera caliente es mi sangre,

los temores rompen la bola de cristal.

 Comienza un nuevo día,

a las siete de la tarde.

martes, 26 de abril de 2022

Mundano

Otro día más en esta niebla gris. No puedo ver nada, me siento en estado de bloqueo. He perdido el camino, no sé por dónde avanzar. Hace frío, no tengo a nadie. La salud mental es tan fundamental, que daría lo que fuera por tener otra vida en estos momentos. Ayúdame a arrancar de mí todo despojo de ansiedad, que las raíces me ahogan y me hundo en la arena movediza. Una vez que he entrado ya no sé cómo salir, no tengo fuerza física, me encuentro débil ante la vigilancia del dragón. Una vez me sentí más perdida que ahora y no sé cómo seguí adelante. Me dejaré llevar siguiendo las aguas del pequeño riachuelo de la esperanza, buscaré a las ranas, haré caso a los sapos, pero no al príncipe azul, eso no existe.

Intentaré hablar de forma cariñosa a los lobos para que no me cofundan con una presa, porque hoy parezco el enfermo de la manada. No suplico compañía, porque en estos momentos no me sirve de nada, la fuerza que saque ha de ser interna. Buscaré dentro de mí lo que no está escrito, lo que no está todavía en estas líneas de texto. Toda una vida acostumbrado al fracaso, ya de tanto sufrir, no sabes lo que es ganar, no sabes lo que es que te quieran de verdad y lo que es peor aún, sigues en el camino de quererte a ti mismo. La tierra es irregular, tiene sus caminos abruptos, es lo que le da belleza, su complejidad. Este planeta está lleno de sorpresas y tú eres sólo un puntito en el universo (quién sabe si infinito).

Valoremos lo que tenemos pues, lo poquito se hace grande, como los granos de arena que cojo con mi puño, como las gotas de agua que caen por mis mejillas y van al mar. Nadie dijo que fuera fácil, realmente no recuerdo que nadie me lo dijera nunca. La identidad de cada uno está en eso que amamos y así seguirá siendo. ¿Me dejo llevar demasiado por el corazón? Bueno, ¿y qué? ¿Qué tiene de malo? Cada ser vivo es como es, por eso admiro a los árboles y a las aves, a cada ser inocente hijo de la madre tierra. En la variedad está lo profundo, lo mundano. Lo profundo es pura sensualidad.

Sólo quiero cerrar los ojos,

descansar antes de socorrer al mundo,

ya que volar he visto que no puedo.

Si quiero salvar esta galaxia donde nací, primero tengo que hacerlo conmigo misma, lo antes posible.

martes, 19 de abril de 2022

Magia negra

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No estoy, que no llamen a la puerta. Estaré en el mismo lugar que me dejó la última ilusión. Siempre vuelvo, nunca fallo. Es un remolino de tempestades que se acumulan en el interior, un suspiro empujado por los latidos del corazón, arrastrando el polvo y las hojas de este frío clima que no llega nunca a confortar. Cuántas veces habré andado como sonámbula en sueños por las llanuras de la incertidumbre, sin distinguir la verdad de la mentira, sin ver más allá de mi poderosa imaginación, creando mundos de galaxias fantásticas. Todo parece ciencia ficción cuando estás acostumbrado a los delirios de la cabeza, a desarrollar tantas historias como ideas surgen en un día. Es ciencia ficción cuando ya no te puedes creer lo que estás viendo. Qué me vas a contar tú, esto ya lo he pasado  antes, es la historia de mi vida, otro barco hundido en un humilde e inocente poema.

Los seres aparecen en tu vida como osos pardos salvajes, con miedo al principio y escondiendo las garras. Me fiaré yo de quien yo quiera, cada vez de menos personas. Al final estoy sólo yo, mi alma es la única que permanece conmigo. A veces el silencio es más decepcionante que la traición. A veces quisiera haberme dedicado un poco más a mí, nadie va a decidir lo que necesito por mí. Por lo que veo yo soy la única persona que hace falta para entender mis emociones.

Mi caballo negro hoy ha comido mucho, necesita descansar. Lleva un tiempo parado y su corazón va lento, porque sigue siendo noble y empático, quiere verme galopar a mí esta vez. El viento mueve sus firmes crines y sabe que se está encaminando al mal poco a poco ¿y qué tiene eso de malvado?  Todos tenemos un lado oscuro y a mí, creo que ya no me queda ningún color por dentro, me siento así. No estoy triste, de eso ya me cansé, de llorar también, hoy estoy bien, me hice de piel dura. Es sólo que veo que me voy convirtiendo en una estatua de hielo y lo peor, es que no me asusta. Cuando quiero relajarme, apareces caminando a mi lado en un bosque sin nadie más, con tus pasos dejando las huellas de los cascos. Eres la luz de mis ojos, que refleja lo complejo del adentramiento de mi ser. Animal empoderado y tranquilo, quiero que sigas siendo libre.

Recuerdo que soy bruja desde que escuché esa canción. Recuerdo los motivos por los que me interesó lo oscuro. Ahora soy esa persona negra. Mi gato es consciente de mi nuevo poder. No volveréis a molestarme ni a revolverme la vida. Os siento en mis tripas porque no sabéis a donde ir. Os perdeis sin mi cariño.

El fuego os consumirá, la magia negra es real porque la veo y la siento. Que nadie me niegue nunca más mis sentimientos. Me quedaré en paz absoluta. Lo se, es necesario. No mireis atrás porque os estáis quemando en mi hoguera. La maldición os deshace en cenizas. Saca de mí todo rastrojo de falso amor que no me sirve para nada.

No sois nada útiles por mucho que querais volver. No seré yo la misma bruja, tengo cada vez más sabiduría, voy a ser la más feliz de la región. No estaré ni en el cielo en el infierno. Estaré donde yo elija, porque empieza mi eterna vida, inmortal, allí donde los sonidos de la música y la naturaleza susurren los recuerdos que no tendrás nunca. Fuera de mi vida. Que el humo se convierta en olvido y el olor rojo en un nuevo comienzo.

Si buscas fidelidad, no estés conmigo, pero si buscas a alguien que siempre te vaya a querer, que nunca abandona, esa soy yo.

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viernes, 1 de abril de 2022

Lapsus y efusividad

 Lapsus, son pequeños lapsus. La mente va muy rápido. No se cómo resumirte esto. Tengo un nudo en la garganta. En la tripa también tengo el nudo. Hoy sólo quiero descansar.

Al despertar todo se ve más claro. Se abre el telón y aparece el traidor. No se cómo explicarte esto, simplemente no quiero darle más vueltas.

Otro día para el viejo sol comienza. Me ha estado observando como he perdido el tiempo pensando tanto.

Se me va el tiempo pensando. Muchísimo. Es inviable seguir en la tortura de lo que debí hacer y lo que no, estar en todos las conjugaciones de verbos a la vez.

Lo que no te mata te hace más fuerte dicen, es cierto.

Lo que me hace feliz es lo que debería preocuparme.

Llevo mucho tiempo buscando inspiración.

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Quisiera saber el motivo de opresión de mi garganta, de esta casi ausencia de oxígeno, del resurgir de las llamas de mi corazón que incendian laringe y cabeza.

Otra vez con taquicardias que agitan un alma perdida y temblorosa, otra vez que no es capaz de dar un paso hacia la libertad. Me pregunto por qué a veces es tan difícil ver la luz, por qué la fría niebla me nubla tanto la vista.

Me escuecen los ojos y no he llorado, los tengo secos, el humo de tus cenizas los ha irritado. El olor a hierba húmeda es lo único que me anima, la esperanza de que en estas tierras puede llover y podemos empezar de nuevo. Limpiaremos nuestra piel de miedos bailando bajo las gotas chispeantes. El polvo será arrastrado y esta llama será apagada, intentaré no quemarme y aprender a relajarme más.

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Sentimiento: Efusividad

No te lo voy a negar. Tengo miedo. Demasiadas emociones en un solo día. Algunas cosas surgieron con el tiempo, ya las arrastraba, pero hoy se juntó demasiada materia.

No me abandones, no quiero sufrir más. Quédate cerca de mí, cuídame, igual que haré yo. Siento algo muy bonito, muy real y muy puro. Quédate conmigo. Hablo en serio, voy en serio.

Juntxs podremos calmar este huracán.

domingo, 27 de febrero de 2022

Corre, vuela

 Sal de mí, ser de luz.

No puedo darte hogar,

con mi sangre tu vida ahogar.

Despégate de mí,

despliega tus alas.


Corre, vuela.


Te regalo libertad.

Ve a otros tiempos,

a otro lugar, 

donde as nubes a los vientos colgar.

Te mereces ser querido.


Corre, vuela.


Te mereces ser cuidado.

A este potro no puedo dar de beber,

se caerá al río, no sabe nadar.

Se va este angelito,

para no volver jamás.


Corre, vuela.


Dulce engendro sin futuro,

incógnitas del sentido de la vida.

Hazme caso, soy tu madre.

Un desgarro, nada más.


Corre, vuela.

sábado, 12 de febrero de 2022

Como el fuego

 Me propago como el fuego,

crezco sin maldad.

A solas con mi ego,

no tememos tempestad.

 

A veces no tengo oxígeno,

se me apaga la llama,

mirando al satélite lleno

cuando la noche me llama.

 

Pero vuelvo a resurgir,

soy esa energía

con ganas de vivir

y sentir el agua fría.

 

Invado el lecho del río,

sacio mi sed y calor.

Sobrevivo si sonrío,

soy el aire con olor.

 

Entiérrame si te atreves,

soy semilla en ese suelo

y cuando menos te lo esperes

también emprendo el vuelo.

 

Las cenizas del ayer

se quedaron en la hoguera,

esperando ver volver

a joven bruja aventurera.

 

Con los pies en esta tierra

voy teniendo mi lugar.

Con mi mente ya sin guerra

mi devoción voy a amar.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Las consecuencias...

 Antes de empezar, debes saber, una vez más, que se me puede dar mal expresar lo que siento. Que las largas horas de llanto profundo pesan cada vez más. Que la emoción se ahogó en el último sollozo, pero el hecho de que un corazón sea de piedra no quiere decir que no sienta nada.

Me pregunto dónde está el límite entre lo que te hace bien y lo que puedes seguir aguantando, sosteniendo la pala con la que se escaba tu propia tumba. Cuando estás acostumbrado a las decepciones, a los cuchillos que te clava la gente con la que te sentías bien, a la inocencia que se desgasta con cada vez que no puedes dormir por la misma razón de siempre. Todo se repite.

Estás tú solo en esta vida y no hay más opciones que seguir adelante aunque haya cosas que no te gusten, qué le vamos a hacer. El corazón ya se ha hecho de hielo y no tiene vuelta atrás, no le afecta más nada y efectivamente, habla con frialdad. Existe ya una coraza que no hay dios que pueda destruirla. En estos momentos, justo ahora mismo, no soy capaz de sentir nada, lo siento.

Es como vivir sin más, estar por estar, estar por callar, por no decir lo que quiero. Siempre quedarán cosas por decirte, siempre. En ese instante en el que sólo quieres huir de tu cruel realidad, no se te ocurren las palabras que benefician a un alma sana y un favorecido karma. Me acordaré de ti cuando tenga la ilusión de contarte algo… pero ya no estés.

No me digas que no te sientes influenciado por la masa del falso poder, de querer controlarlo todo, del egoísmo, de tener mucho morro, porque no me lo creo. Quiero alejarme, porque no quiero estar cerca de mis demonios ninguna vez más. Esta vez soy yo el Diablo. Y que sea algo corto para que no pueda ser proporcional al dolor. Como amor pasajero. Lo sé… por dentro sé que estoy mintiendo.

Qué le vamos a hacer, qué le vamos a hacer, si el caballo tordo no quiere ir por el sendero que va el caballo oscuro por mucho que le quiera. Es como naufragar durante días sin la esperanza de ver tierra firme, como volar a ciegas hacia el sol rodeado de nubes negras. Es creerse en el Edén, cuando vas por el bosque infernal. 

 

Ahora bien, las consecuencias:

Las consecuencias… Lanzas una bomba sin mirar donde cae y sales corriendo. Así no se hacen las cosas. Sin embargo, te entiendo, tienes miedo.

Te está dando razones suficientes para saber que no es para ti. Te reemplaza en 10 minutos. Aparenta ser lo que no es. Ya te lo dijo: ‘’No quiero que haya confusiones’’.

Entonces, ¿por qué prolongarlo más?

Las consecuencias… Las consecuencias de decir lo que sientes están destinadas a ir a mejor, por el camino correcto, siempre que las sepas decir con el corazón.

No temas. Es difícil no huir, lo se, pero lo estás haciendo bien. Poco a poco liberarás eso que tienes dentro. Tu pequeña finalidad es expulsarlo de tu vida. ¿Por qué? Porque no quieres pasar por lo mismo de siempre, lo tienes claro.

Las consecuencias… también pueden ser perjudiciales para la otra persona. ‘’Responsabilidad afectiva’’ lo llaman, pero, ¿y yo? ¿Dónde quedo yo en eso, si sigo como hasta ahora?

Se quedará todo en su lugar con el tiempo aunque no lo entiendas. Esa es la consecuencia última.

Como amigos con derecho, pero… sin derecho al amor.

domingo, 10 de octubre de 2021

Vacío

 V a c í o, siento un vacío. No hay nada ya. No queda nada. Desierto. Vacío. Tenías prisa por arrancar mis raíces y dejar un suelo árido. Que el frío ambiente me calase hasta los huesos bajo un sol sin sentimiento, con la más congelada objetividad de unas palabras nunca pronunciadas. No volveremos a ver esas flores que tenías en temporada de primavera-verano. Ahora los tiempos han cambiado y esa tierra quedó en el olvido.


Mi intuición estaba en lo cierto, siempre lo está. Iba a acabar mal. Destinado a morir sin apenas nacer. Sin permitir surgir, tapándole la boca a los latidos, agarrando el corazón y la garganta. Pegas y maltratas a unas palabras que no quieres dar sentido. Lo siento, pero no veo más diversión a esto, no me llena, todo lo contrario, arrastra todo lo que tengo.


Llegó la hora del silencio, de no preocuparme más. No servirá de nada seguir pensando en esto. Gracias por venir, para darme cuenta de lo que no me hace falta en mi vida. Es inútil necesitar algo que te hace sentir vacía. Sin sentido. No hay motivos para seguir esta historia, sin ningún interés en complacerme. No vuelvas a buscarme, dame lo único que tienes que me pertenece y que esos kilómetros que haces al alejarte no se reduzcan nunca más.


Helado, desértico, muerto corazón. 


No puedo seguir observando este paisaje de melancolía, esta proyección gris. Órganos desgarrados sin anestesia. Descartadamente merecido, ya vienen los buitres.  Aquí sigo sin acabar de procesar. Repostando con vino los vacíos del alma.

 

 

 

 

[ Inserte texto interesante en este gran hueco que has dejado al salir por la puerta ]

 

 

 

 

Cambiemos la rutina, cojamos la guitarra.

 

Me recordarás cuando el metal suene.

 

 

Como un velero, dejas una estela de sentimientos al marchar.

Con todo tu peso, a favor del viento dejando marcas en el mar.

Es el corazón, el motor es el corazón, el agua es mi piel.

 

Por favor, no te marches, no quiero estar en ningún otro sitio si no es contigo.

 

Sabía que sucedería.

 

 

 

 

 

Ni te enteras que te miro cuando duermes.

Lo que he soltado ha sido porque las emociones se quedan más frescas si las plasmas en el momento de sentirlas.

 

 

 

 

 

Vacío infinito…

viernes, 18 de junio de 2021

La sonrisa de la luna

Hoy la luna parece un gajito de naranja. Yo intentando dibujar mi sonrisa y resulta que la tengo en el cielo. Muy alto, donde ni los ladrillos ni los tejados alcanzan, entre los muros que dejó un día duro. De tanto reír le ha dado vergüenza y se esconde totalmente entre las nubes. No sabe que sigo notando su brillo allí donde esté. Dividida en dos mitades diferentes, pero compenetradas.

Me apetece estar en un bosque por la noche. Pasear y quedarme quieta de repente, de pie o sentada en el frondoso suelo. Sentir el silencio del viento al traspasar las hojas y el frescor de un ambiente húmedo. Mirar hacia arriba hipnotizada entre las altas copas de los árboles, mirar las estrellas que ellos me dejen ver y la luz de un satélite que hoy quiere hacer brujerías.

Hay miedos que se han ido y hoy soy consciente, por eso estoy disfrutando aquí. La tranquilidad de un lugar vacío de pensamientos pero lleno de almas salvajes como la mía. Pronto unos ojos me mirarán, pero saben que soy uno más, que estoy aquí por la misma razón que ellos. Me giro y a mis espaldas todo es uniforme.

Las nubes vuelan con lentitud y muestran siluetas puramente tenebrosas. ¿Qué podremos hacer en la noche para confiar en ella? Hace falta una previa paz y limpieza de ruidos para estar preparado en un nuevo amanecer. Concentrémonos en el color negro, la textura áspera de las cortezas, el leve crujir de las hojas bajo mis pies.

No tengo prisa al caminar. Aún que ya vaya teniendo frío y parezca que voy sin rumbo, en verdad se donde voy. El blanco de mis dientes, la feliz memoria y pensamientos de calma, se pueden ver en la oscuridad. Te voy dando más pistas, me subo a esta roca porque no me ves entre la niebla. El acolchado musgo me hace parecer que piso las nubes.

Miro de nuevo hacia arriba. Gracias por enseñarme que podemos tener actitud con un poco de luz y una sonrisa, incluso a estas horas, cuando la magia se confunde con la imaginación. Esta vez me has ayudado, se que tienes cráteres y que algunos días tú lo pasaste mal, pero mañana no hará más falta que lo que hoy he recargado.

Visitaré más este lugar, procuraré no hacer ruido, algo difícil para mí. Nunca pensé poder estar aquí, quizá es el lugar donde van los pensamientos de la superación o deseos de simplemente, estar unas horas a solas. Es el aleteo de alguien que se asusta, no era mi intención, lo siento, tu nido y tu agudeza visual estaban primero.

Sólo me queda cerrar los ojos por un momento antes de marcharme. Sé que no molesto, nadie ha hablado de peligro. Las raíces sustentan ahora las imágenes que han visto estas plantas centenarias. Ni me imaginaba que el hechizo, la confianza y la protección, los iba a lanzar yo, en el mismo sitio, que quién sabe quién, también hizo lo mismo.

Cuando el día se apaga es un buen momento para andar por tu bosque, para no hacer nada y sentir la sangre oscura por tus venas. No hace falta hacer preguntas si no las hay, valiente animal nocturno, lo que necesitas está dentro de ti. Volveré, cuando nadie sepa ni se cuestione donde estoy, cuando duerma el siniestro amor. No te lo he dicho todavía, pero antes he intuido que algo me ha seguido hasta este lugar.

 

Ya oigo ese tierno sonido, viene a buscarme… o mejor, voy yo a por él.

 

 

 🌓

En el hemisferio de la luna que no da el sol, 

donde el viento hoy corre a mi favor, 

se esconden las bondades que aún nadie reconoce.

domingo, 23 de mayo de 2021

Perdido en el tiempo

Perdido en el tiempo. No hay pasado ni hay futuro y ahora, ahora sólo hay un hilo con final fatal. Quisiera tener cosas bonitas que contarte, pero la verdad es que dejé de sentir. Cuando estás harto de la misma historia y te preguntas por qué siempre se repite ya no te afecta. Nacimos para aprender de los errores, lecciones a base de experiencia. Entonces amigo, no es culpa nuestra. Dedícate a ti mismo y no esperes nada. Desgraciadamente, es cuando viene todo. Si me devuelves las ganas podemos negociar.

Hubo un tiempo en el que creía que podía con todo. Apropiación del lugar, terrenos infinitos, salvajemente virgen. Conociendo la cuerda floja hasta el extremo, ya puedo saber donde me voy a caer. Sólo me falta poder volar. Se que se acerca el momento. No habría preocupaciones si no insistiera el desgarro de los días, las zarpas de los minutos que no volverán. Tropezarse no está permitido más, la verdad que no, ya me cansé. Luego hay que sacar fuerza muscular para subir la escalada y yo ya estoy perezosa a estas alturas.

Góticos vacíos con precipicio hacia el infierno. Que no te engañen, es sólo la cárcel o el frío en oscuridad. Soledad en silencio de la mente. La guarida del dragón que incendia tus decisiones, guardián de tus sueños, a los que llegas con derrotas. No se en qué época de la vida estoy, al fin y al cabo es lineal y no hay diferencias. Tampoco se la era de la Tierra, también parecen iguales y un pestañeo.

Uy, he empezado a volar, no te has dado cuenta, sobre los segundos que dura un beso, sobre todos los problemas que puse a calentar al fuego, olvidé de apagar y ahora son incendio.

Floto, me suspendo en aquel lugar secreto donde no existe el tiempo. El hilo se ha roto.

jueves, 15 de abril de 2021

La estela del cohete espacial

Vuelvo a escribir con la luz apagada, intentando entender lo que siento en este preciso momento en el que las paredes de mi habitación no existen y este colchón se encuentra a mil kilómetros sobre el nivel del mar, flotando en la última atmósfera terrestre. El oscuro universo observa mi cara porque siento que otra vez me pasa igual, sin embargo algo ha cambiado. Esta llama rosa que hay en mí está naciendo, como las estrellas que desde ahí abajo se querían ocultar detrás del cielo nublado. Te creías que este polvo se iba a convertir en nebulosa, demasiado pronto, debes transformar la energía.

Inconformista en un mundo de lucha constante, merezco esta paz que me robó la estela del ingenuo cohete espacial. Intenso es este calor que produce el electromagnetismo de mi corazón. Es tanto que sin quererlo se ve por fuera, es un rastro de luz que a algunos ciega y a otros les hace sonreír. Me conformo con no interrumpirlo, pero no con cualquier cosa, es algo valioso. Va mucho mejor de lo que había pensado, eso es cierto, ni me imaginaba todo lo que me ha pasado últimamente. Esto es la vida y no me había dado cuenta, por pensar en lo que no estaba en mis manos, pero quién soy yo para exigirle al cosmos que me acerque las galaxias lejanas. Mejor voy yo. Me despido, voy yo a mi ritmo y disfruto de la densidad de las emociones por el camino.

No me esperes ahí sentado mirando hacia arriba, ni siquiera me envidies, este poder es algo que construí yo, nadie me lo ha regalado. Ha sido costoso porque ni siquiera soy astronauta. Lo que llevo dentro siempre ha ido rápido, desplazándose lejos de donde el día anterior corrí. He visto los más escalofriantes elementos de este sistema solar de sorpresas, temores y miedo en vivo ardiente. Me hice más valiente.

Me voy sin hacer ruido, la nave no va a mi misma velocidad y no me voy a entretener en que sea el control de lo natural, además, echa mucho humo.


sábado, 20 de marzo de 2021

Se me olvidó...

 Se me olvidó dejar fluir las cosas. Cuando están en su curso ya tienen su total energía para avanzar, es innecesario aplicar más. Todo lo que tenga que ser va a ser por su propia cuenta. Un escalón lleva a otro en una subida. Cuando no piensas tanto aparece lo inesperado.


Se me olvidó el leer un libro sin obligación, escuchar una canción sin devoción, caminar por la tierra del sendero glorioso, el silencio de la naturaleza.


Los días me hacen cantar, las noches me hacen llorar. Todo está en su sitio, es así la caminata, los pies descansan cuando el alma lo pide. Me merezco un buen trato. Me daré cuenta que merezco algo mejor.


No soy un robot, dejo que la nostalgia me entre airosa por la nariz y la dejo salir por la boca, porque todo es conducido por la vía que marca tu orden, tu paz.


No me acordaba que existía el zen, ni que las velas y la magia significaban algo para mí.


Hoy no toca ser una piedra pesada y quedarse en el sitio, en la fría hierba. Cuántas veces me he quedado mirando al cielo buscando las estrellas en una noche ventosa y nublada. Cuántas veces he pedido a la nada que vuelva lo que un día me robó el desamor. Los ecos que habrán vuelto tras gritar en la cueva del desespero, los murciélagos que he ignorado, que han volado queriendome guiar a la salida.


Hoy las montañas están cubiertas de luz y calor del sol, las nubes hacen que a su alrededor haya un mar de sombra. Como si fuera una isla. Recordemos la brisa marina y las inmersiones de las sirenas que nos quieren guiar, meterse en nuestro corazón.


Vámonos yegua, por el bosque de decir adiós a todo lo que nos hace mal, a intentar comprender que lo que hoy no está con nosotras, es porque no es su sitio natural. Perdónate a ti misma.


Y si tiene que ser, no nos vamos a detener por mucho tiempo más.


Se me olvidó que yo soy feliz a mi manera.

martes, 23 de febrero de 2021

Nunca más

 Escrito hace un tiempo...

Puedo recordar cada momento contigo desde el principio.

Pero no vas a volver nunca más.

Puedo pensar que te arrepientes y un día me dices que me echas de menos.

Pero no vas a volver nunca más.

Puedo imaginarme cómo sería si volvieramos a vernos.

Pero no vas a volver nunca más.

Puedo ilusionarme con que no dejas de pensar en mí igual que hago yo.

Pero no vas a volver, nunca más.

Puedo enrabiarme y quemar mi corazón intuyendo que no sientes nada.

Pero no vas a volver, nunca más.

Puedo dar vueltas a todo lo que ha sucedido una y otra y otra vez.

Pero no vas a volver, nunca más.

Te puedo tener el tiempo que quiera en mi corazón, como si es para siempre.

Pero no.

Aquí no vas a volver.

Nunca más.

Los pensamientos son neuronas,

se destruyen y no regeneran,

sin embargo, nacen nuevas.