martes, 1 de septiembre de 2020

La mente es traicionera

La mente es traicionera.

La mente es mala.

Te absorbe el alma,

se apodera de tu cuerpo.

 

Por qué no contamos los días

en los que he estado perdida,

en otro mundo sometida

en dolor, mentira y fantasía.

 

Se pierden las riendas,

al galope te arrastran las cadenas,

te pesan las muñecas y las caderas,

lo quieras o no lo entiendas.

 

Tus ojos miran al vacío,

tu cuerpo está inmóvil y quieto,

pero tu corazón hace ejercicio.

Tu mente corre en silencio.

 

Nadie se dará cuenta.

No se puede ver nada.

Está oculta, sin rumbo, está ocupada.

Ni siquiera le quedan fuerzas… al que de verdad lo intenta.

 

Sin saber porque todo avanza deprisa,

se escapa lo más valioso

el oro y mi tiempo precioso,

que convierto en llantos, locuras y risas.

 

La mente es traicionera.

La mente es mala.

Ladrona de mis días.

Dueña de mis actos.

Ayúdame a controlarla,

a distinguir lo que es realidad

a matar los mounstros que me ahorcan

a poner los pies sobre la tierra.