De tanto jugar con fuego me quemaré. Estoy dejando crecer muy alto este sentimiento, tanto que ya casi toco las suaves nubes con la punta de mis dedos. Tanto, que puedo hacer que salga el Sol en un día frío y lluvioso de Enero, porque este calor que emito no tiene ningún tipo de control, no me deja calmar las llamas que desprende mi pasión.
Ahora dime quien cuidará de mi si todo este poder desaparece, si un día mis sueños se hacen pedacitos y se los lleva el viento, si descubro que el final real no es nada parecido con el que narra mi cabeza cada día.
Cada vez creo más que la vida no esta planeada para los soñadores, para los que volamos en el cielo del arriesgo, dejándonos llevar por la ilusión. Esa ilusión culpable de que a mi ahora me hayan crecido las alas. Me refiero a que a veces las cosas que quieres vienen solas a ti, como si la magia hubiese cumplido su papel. Un hechizo que quien sabe que hada se habrá encargado de formular solo para ti, para que en el momento exacto estés ahí y presencies el crecimiento de un par de pupilas y del más bello sentir.
Es por ello que mientras haya tesoros que quiero encontrar, siempre intentaré mantener esta llama encendida, por que se que el camino a veces estará oscuro. Por otro lado, también se otra cosa, y es que en el final de este drama quizá salga ardiendo... y esta es la razón por la que este fuego me asusta.
•••Siento fuego en mi interior, fuego que viene de ti... y es más de lo que pedí. Tengo miedo de perder el control y no espero por volver a ti. Cada vez que te encuentre volverás a ser como el deseo... que arde dentro con mi fuego.•••
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