No se por qué, casi siempre soy la que no esta de acuerdo. Si todos votan por algo, yo me aferro a lo contrario. Si todos lo ven negro, yo lo veo blanco, y por qué no, de colores. La excepción, lo que a la media no se asimila, la rosa blanca entre el racimo de rosas rojas. La chica que no sigue a los demás, porque no me conformo con una meta tan baja. Así de exigente.
No me importa mostrar todo lo que pienso, todo lo que siento. De hecho es lo que pretendo hacer, porque no puedo retener toda esta locura aquí dentro, todas estas ganas de vivir. Fuegos artificiales que dejaré escapar en cuanto me observes entre la oscuridad de la noche.
Solo por las ganas que yo tengo ya no hay nada que pare este ritmo. Por más que me sugieras otro camino, no podré escucharte bien con tantos rayos y truenos cayendo a la vez... pero te juro que resistiré a que se pase la tormenta. Aunque tenga que perder.
Sueño con lo difícil porque lo fácil ya lo tengo. Deseos imposibles, estrellas inalcanzables que brillan con la luz de tu esperanza. Deseos que luchan contra el viento sin vencerse jamás.
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