jueves, 7 de marzo de 2013

Tulipán


A veces el corazón no se espera lo que ocurrirá, late sin saber lo que le espera, porque solo le importa la felicidad del momento, porque creyó que siempre la tendría.

Te despiertas un día y es entonces cuando ves que nada es igual, los rayos de sol que acarician tu cara no son los mismos que ayer te daban calor y sientes en tu pecho tus latidos de otra forma.

Sales a la calle respirando el frío que atrapa a tus sentidos, pero te acuerdas que después del invierno, el paisaje florece. Yo no quiero que llegue la primavera si no crecen tus tulipanes. 

Recuerdo aquella primavera en la que regué mi ilusión con su amor, en la que empezaron a brotar las maravillas de un sueño. Ahora esta flor ha madurado. Y tiene sed.

Todavía veo las montañas nevadas, las que dijimos que pasaríamos un día en su cima antes de que la nieve y la pasión se derritiesen. Quedaban tantos planes por hacer, tantos viajes y sorpresas sin descubrir.

Hazme un favor, ve al aeropuerto, coge el primer vuelo con rumbo a Mi Corazón y escápate conmigo.

Que mi ilusión se marchita y no se como revivirla, que me metí en un laberinto y no se como salir de él. 

Ayer fue 5, amor.

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