jueves, 9 de abril de 2020

Habla, te escucho

Todo el mundo hablando del deber, de la razón y de la prudencia. Indicaciones de lo que tienes que hacer. Pero no de lo que quieres. ¿Qué es lo que sientes? ¿Cuáles son tus inquietudes? ¿En qué piensas cuando el cuerpo se te inunda de latidos del corazón? 
Yo te puedo contar mi vida, te puedo cantar, opinar sobre ti, pero no quiero eso. Quiero escucharte. Sintámonos en armonía. Siempre fuiste un alma inquieta, una persona que quería tocar el cielo sin olvidarse de lo valioso que son los pasos en la tierra. Cuando eras infante tenían que haber dejado que dibujaras tu camino, aun que cambies de opinión con el tiempo, no perderías la esencia. Cuando eras menor de edad pudieron haberte dejado equivocar más veces. Lo que importa es el presente. Tú y yo conversando. Hablar de lo que existe, los sentimientos son reales y se pueden tocar. ¿Qué es lo que te gusta hacer?

¿Qué quieres ser?

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